Modelos de la bioética
Elio Sgreccia, cardenal italiano, utiliza un criterio combinado de antropología y ética según el cual propone como gran frontera la Ley de Hume, que divide entre el cognitivismo y el no cognitivismo.
De este modo, Sgreccia propone una taxonomía de siete modelos bioéticos:
Ética descriptiva y modelo sociobiológico
Afirma que, según esta perspectiva, la sociedad en su evolución produce y cambia valores y normas, que son funcionales para su desarrollo.
Subjetivista o liberal radical
La propuesta principal es que la moral no se puede fundamentar ni en los hechos ni en los valores objetivos o trascendentes, sino solo en la opción autónoma del sujeto.
Esto cae del lado del no cognitivismo, igual que algunas corrientes como el decisionismo y el existencialismo nihilista.
Pragmático-utilitarista
El principio básico es la relación costo/ beneficio, es una teoría ética que trata de diferenciar el bien del mal al enfocarse exclusivamente en los resultados de las acciones. El utilitarismo determina que la opción más ética es la que produce el mayor beneficio para el mayor número de personas.
Contractualismo
Lo describe como cercano al utilitarismo y basado también en el criterio del acuerdo intersubjetivo estipulado por la comunidad ética, es decir, por todos cuantos tienen la capacidad y la facultad de decidir. Explica el origen de la sociedad y del Estado como un contrato original entre humanos, por el cual se acepta una limitación de las libertades a cambio de leyes que garanticen la perpetuación y ciertas ventajas del cuerpo social.
Fenomenológico
Queda del lado del cognitivismo, ya que muestra una apertura a los valores éticos, una apertura definida como emocional e intuitiva a los valores; los valores éticos, sin embargo, están fundamentados a nivel emotivo y religioso. Debido a eso afirma que queda reducido a la subjetividad emocional y que, por esto mismo, no puede aspirar a tener validez universal.
Principialismo
Se remite a Beauchamp y Childress. Dice de este modelo que afirma la necesidad de ciertos principios morales, pero cuya justificación sigue siendo imprecisa. Se plantea como base para prevenir y resolver los dilemas éticos que puedan surgir en la práctica clínica, con cuatro conceptos básicos: a) no maleficencia, b) beneficencia, c) autonomía y d) justicia.
Personalismo
Sgreccia lo considera el más adecuado para resolver las antinomias de los modelos precedentes y para fundamentar, al mismo tiempo, la objetividad de los valores y las normas. Los Principios de la bioética personalista son:
Principio de defensa de la vida física: destaca que la vida física, corpórea, es el valor fundamental de la persona porque la persona no puede existir si no es en un cuerpo.
Principio de Totalidad: consentimiento informado de la persona, esperanza de éxito, e imposibilidad de curar la totalidad sin intervención.
Principio de Libertad y Responsabilidad: en él se engloba el concepto de que la persona es libre, pero es libre para conseguir el bien de sí mismo y el bien de las otras personas.
Principio de la Sociabilidad y Subsidiaridad: puede definirse también como Solidaridad.